miércoles, 24 de marzo de 2010

No hay viaje sin música ni música sin viaje

La música es fuente de vida y de inspiración en muchos momentos. Este fin de semana emprendimos la carrera hacia Asturias, comunidad que me transmitió muy buenas sensaciones, con tranquilidad, buen ambiente, comida y bebida cm señas. Antes de salir de Madrid quise hacer unos discos con los que llenar las duras horas de viaje, sobre todo las de vuelta, y tuve el deseado éxito entre los pasajeros del vehículo, pese a los diferentes estilos musicales que éstos degustaban.

Así oímos en un primer disco canciones más alternativas de The Strokes, Mando Diao, Franz Ferdinand, The Cure o Lori Meyers, para pasar en un segundo a canciones más 'graciosas' que nos divirtieran y cuyas letras pudiéramos memorizar. De ahí salió la sin ninguna duda canción del viaje, 'en la variedad está la diversión' del grupo 'un pingüino en mi ascensor', no apta para personas sin sentido del humor. Siempre he pensado que cuando tuviera coche pondría la música a todo volumen. Lo cierto es que no era yo quien iba al volante en nuestras más de 10 horas de trayecto, pero como si lo fuera. La música resonaba en nuestros oídos a un elevado volumen, lo cual nos hacía sentir que la fiesta acababa de comenzar. Curiosa es a su vez la sensación que se siente al tener predilecciones por unos temas respecto a otros. Estás deseando que estos lleguen e intentas influir para que el Dj del momento pase las anteriores y coloque esa.

Y cuando realizas la crónica de lo que ha sido un viaje genial, ya que suelo escribir todo lo que en estos acontece a su término, resuenan en tu cabeza muchas de aquellas canciones que te han acompañado. Y cuando vuelves a oirlas te recuerdan aquellos momentos que viviste y que no quieres olvidar. Por ello, intentaré no dejar de escuchar las canciones de esos discos, y así junto a ellas transportarme a un fin de semana que de increíble casi me quedo corto al definir.

No hay comentarios:

Publicar un comentario